A muchos de nosotros nos gustaría poder darle un nuevo aire a nuestro salón, redecorar nuestro dormitorio o crear un ambiente especial para el cuarto de los niños. Pero las opciones muchas veces son caras, y dependemos de diseños prefabricados, que en ocasiones no se adecúan a lo que buscamos.
Por suerte, hay alternativas muy económicas y, además, personalizadas:
Tu foto favorita sobre Cartón Pluma
Si todavía no conoces este tipo de soporte, te va a encantar. Es la alternativa más barata a enmarcar una foto. Se trata de una lámina de espumado negra o blanca que viene en distintos grosores (5 mm, 10mm…). Puede cortarse fácilmente con ayuda de un cutter y una regla metálica al tamaño que más nos convenga, y en la mayoría de los casos, ya viene con una película adhesiva para que simplemente dejes caer encima tu foto.
¿Ventajas? Como su nombre indica, su peso es ligero como una pluma, pero a la vez es rígido. Hay muchos accesorios para este material. Si quieres colgarlo de la pared, puedes encontrar colgadores tanto adhesivos como metálicos, de muy fácil colocación y que se adaptarán fácilmente a los clavos de tu pared. Si prefieres dejarlo sobre una superficie horizontal (una mesita, una estantería…), puedes utilizar las peanas adhesivas, que vienen en distintos tamaños y ayudan a que tu foto se mantenga de pie.
Un diseño chulo en vinilo de recorte o fotomural
Una idea original y muy de moda es la de decorar tus estancias con vinilos. Puedes cambiar radicalmente una pared con una foto gigante. Por otro lado, los de recorte suelen quedar ideales en cocinas, salones y dormitorios infantiles. Hay infinidad de diseños muy creativos y en muchos colores y tamaños.
Este material de base plástica es duradero y no se despega fácilmente. Con él puedes cubrir paredes enteras, cristales o incluso muebles, ya que se adapta a infinidad de superficies. Además, su flexibilidad permite que se pegue sin problemas a zonas curvas y rincones, siempre que se tenga un poquito de maña para colocarlo.
También existen varios tipos de vinilos, así que puedes elegir sin problema el que más se te adapte:
- Vinilo monomérico: funciona sin problemas para interiores, con una durabilidad mínima asegurada de 3 años. Si su destino es una habitación sin humedad, sin luz solar muy directa y sin zonas de calor cercanas, como estufas, éste es tu producto. Puede ser blanco u opaco, si lo que deseas es cubrir algo que no quieres que se transparente a través del nuevo material.
- Vinilo polimérico: éste está pensado para exteriores, zonas donde recibe mucha luz solar directa o estancias que acumulan humedad (como cuartos de baño o cocinas). Es el que se usa habitualmente, por ejemplo, en la rotulación de vehículos. Inclemencias meteorológicas y cambios de temperatura de 8 años en adelante, dependiendo de calidades. Al igual que el monomérico, también puede ser blanco u opaco.
- Vinilo microperforado: Es el que todos conocemos gracias a los anuncios en los autobuses. Permiten que penetre la luz en el interior a través de su trama perforada, pero seguimos viendo sin problemas la impresión desde el exterior. Se utiliza mucho para cubrir ventanas y escaparates en comercios, aunque también funciona para dar cierta intimidad en estancias reservadas.
- Vinilo arenado: se trata de un material de color gris translúcido, que permite que pase la luz, pero sin que se vea qué hay al otro lado del cristal. Es muy usado por restaurantes, con el fin de reservar la privacidad de sus clientes en el interior del local, aunque su versatilidad permite ser utilizado tanto como material de cubrición total como vinilo de recorte. Seguramente habrás visto más de un comercio cuyo horario está visible en la entrada en unas sencillas letras de arenado recortado. Este material es tan versátil, que su uso ha trascendido al mundo de la decoración del hogar, de un modo más estético, sirviendo como motivo embellecedor de mamparas, puertas acristaladas y ventanales.
- Vinilo transparente: Al igual que los anteriores, su misión es la de permitir el paso de la luz y que aun así se aprecie la imagen impresa. Nos vendrá bien si, por ejemplo, pretendemos que la impresión se vea por ambos lados del cristal. Muchos aprovechan este material para superponer piezas de distintos colores y crear diferentes ambientes cuando la luz los atraviesa.
Un lienzo sobre bastidor, para amantes del arte
Tanto si te gustaría poder tener una bonita pintura en tu salón como si quieres una de tus fotos favoritas plasmada sobre un lienzo, ésta es una opción ideal para convertir tu casa en un pequeño museo.
Este tipo de tela imprimible tiene una fuerza y durabilidad altas. Además, el soporte de madera le aporta rigidez y firmeza, así como volumen y visibilidad.
No sólo puedes plasmar obras de arte en lienzo, sino también cualquier imagen o fotografía que te guste. Una idea bonita es la de combinar distintos tamaños de lienzo para crear una composición de fotografías.
Si quieres que tus lienzos alarguen su durabilidad, existe la opción de barnizarlos (ya sea en brillo en mate) para que puedas pasar un trapo húmedo por encima y quitarles el polvo sin miedo a que se desgasten.
Además, nuestras tintas de base látex garantizan que, sobre cualquiera de estos materiales, la durabilidad de tus impresiones sea la máxima que puedas encontrar en el mercado. Si quieres saber más sobre nuestra tecnología de impresión HP® Látex, lee nuestro post al respecto.
Materiales de alta calidad
No nos la jugamos. Tanto nuestros materiales como nuestros sistemas de impresión cumplen con estrictos estándares de calidad y de respeto al medio ambiente.